Un día reparé en que esos partidos, con demasiada frecuencia, y con independencia de lo que hubiera ocurrido en los 39 minutos precedentes, se resolvían en los últimos 60 segundos, que son los que realmente importan.
Un triple al filo de la bocina tiene un sorprendente efecto absolutorio in extremis. Curiosa analogía. Y poco edificante, a mi juicio.
¡Genial! Breve e inapelable. ¿Cómo casi todo lo importante?
ResponderEliminarMuchas gracias, desde mi imposible anonimato.
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